lunes, 13 de junio de 2011

DREAM
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Cuando somos pequeños no nos imaginamos siquiera como podría ser el mundo que nos rodea. Ni siquiera sabemos de su existencia. Y la verdad es que no nos preocupa. Para nada en absoluto. Sólo nos preocupa cuando nos vemos involucrados. Porque somos interesados. Interesados y egoístas. Pero no estoy aquí para deciros cómo somos o qué es lo que queremos. 
Os voy a hablar de los sueños. Unos nos hacen sentir bien, otros nos humillan, varios nos dan miedo, o simplemente nos enamoran. Entre los niños y los sueños, hay una estrecha relación que los une como a ninguna otra cosa. Esa unión es la imaginación. La vamos perdiendo con los años y solo un niño puede soñarse los sueños típicos de cuentos de hadas. La diferencia entre los niños y nosotros, es que nosotros nos lo imaginamos, no lo soñamos. Nosotros nos lo imaginamos hasta que nos estampamos contra una pared. Mientras que los niños vuelan en sueños. Con una libertad inimaginable. 
¿Sabes qué es lo triste? Que nosotros tuvimos esa imaginación y la perdimos. ¿Por qué? Por miedo.

2 comentarios:

  1. Qué razón tienes!
    La verdad es que siempre hay algún día que deseas volver a ser niño para soñar como tu dices, con toda la libertad del mundo!

    Un besito! <3

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